domingo, 17 de mayo de 2020

OBSERVAR O NO OBSERVAR...

Llevo un rato en la terraza. Llevo un día "raruno" -en realidad toda la semana está siendo algo convulsa emocionalmente hablando-. ¿Cuánto llevamos ya? Ni me acuerdo...Vale sí, nueve semanas...y parecen nueve meses. Lo siento, hoy esto se me hace largo. Pero a lo que iba. Como iba diciendo, llevo un rato en la terraza. Después de ver una peli romántica (craso error...qué lagrimones) y apoyar mi cabeza en el cuerpo de mi gato pequeño para oírlo respirar y escucharle el corazón, (sí, lo hago. Me relaja y se deja, así que...) he salido con la única intención de escuchar música de modo aleatorio (así que puede salir desde Imagine Dragons hasta Frank Sinatra pasando por ACDC) y contemplar mi alrededor...intentando buscar el modo "encefalograma plano". Según el consejo de "El método Catfulness" de hoy, cuando descansamos por completo, igual que cuando soñamos, afloran las verdades ocultas...o sea que aflora nuestro yo interior.
Como estoy en el ático se ven muy bien las nubes. He visto un caballito de mar, el "Destructor de tormentas" de Thor, a Fújur (el dragón volador de "La historia interminable") y luego el caballito de mar se ha convertido en un murciélago...lo juro. Uno de esos grandes australianos (creo) que son frugívoros (les llaman zorro volador). Mientras tanto ha venido un petirrojo a pasearse por las ramas del ficus benjamina, ha pasado volando una mariquita y me estoy dando cuenta que el jazmín por fin se está plagando de flores y huele... huele a verano, a paseos por la playa y mojito o clarita y risas y conversaciones profundas o superficiales en cenas con amigos. Aquí viene un suspiro laaargo y hondo.
También he visto al señor del edificio de enfrente, el que siempre le da vueltas a su terrado sin camiseta, con gorra y puro. Pero ahora está en su balcón. Sin camiseta ni gorra pero sí con puro...cortándose las uñas de los pies. En la terraza de al lado también oigo un cortaúñas. Debe ser día de "poda". La antena del otro edificio que tengo delante se mueve bastante....
Esta mañana me he levantado temprano para ir a caminar. Afortunadamente tengo un parque precioso y una montaña relativamente cerca. Ayer fue el primer día que fui. Primer día de ver verde en demasiado tiempo. He visto una tórtola y un mirlo conversando en una rama. Eso sí, guardando la distancia de seguridad y brevemente se han despedido. He podido observar el reflejo de algunos rayos de sol en el mar que se colaban entre las nubes, había rosas y flores de todos los colores...y he podido llegar a un rinconcito en el que hay dos eucaliptus impresionantes...No había casi nadie y me he permitido sacarme la goma de la mascarilla de una oreja y aspirar a fondo con los ojos cerrados...mmmm eucaliptus, tierra mojada (ayer llovió), naturaleza....casi lloro. Después se me ha ido la vista hacia otro árbol. Con algunos árboles me pasa lo que con algunos libros...me llaman. Me habría abrazado a él pero me ha podido la vergüenza...además justo a sus pies había una caca de perro (qué manera de romper el encanto de la escena).
De bajada he vuelto a ver el mar, con ese reflejo que tanto me gusta cuando está nublado, me he vuelto a emocionar y a pesar de toda la que está cayendo, he sentido que realmente la vida es un milagro. 
Y cuando observas tanto y conectas tanto, también conectas con tu interior y te observas por dentro (o no...eso va a gusto del consumidor).
Personalmente suelo hacerlo y últimamente con más intensidad. Hoy he visto rabia, pena, agradecimiento, frustración, incertidumbre, ansiedad, esperanza....todo a la vez, todo mezclado. Rabia, pena, incertidumbre, ansiedad por las ganas de que esto termine, por saber cuando voy a poder abrazar a las personas que tanto echo de menos y a quien tanto quiero, si las primeras veces que las pueda ver nos podremos acercar....mi manera de querer es así, tocando, sintiendo, expresándome... ansiedad por la necesidad de recuperar mi libertad en todos los sentidos, agradecimiento por poder pasar este trance en un buen lugar con los míos y estar sanos, esperanza porque en el fondo soy optimista y creo que acabará bien....y vuelta a empezar. Reír, llorar, cabrearse, faltarte el aire, observar, observarte, descubrirme esperando cosas de los demás que en realidad debo buscar en mí, buscando a mi yo de verdad....y así toda la semana. Y eso es lo que pasa cuando uno se pone a observar y/o a observarse.

Hoy la música "desconfinada" ha sido una canción de Los Aslándticos. El estribillo dice en un momento: "Y todo será como un sueño si al despertar te encuentro".... Pues eso...si al final de esta pesadilla encuentro a mis personas especiales y las puedo abrazar y hablar con ellas mirándonos a los ojos, o cogernos una mano o sonreírnos en directo aunque al principio sea con mascarilla y sonriendo con los ojos, habrá valido la pena la espera y todo lo observado.
Abrazo apretadísimo y besos con ruido.


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