viernes, 1 de mayo de 2020

AYER FUI "MALOTA"

"El método Catfulness" es un mini libro que te hace una pequeña propuesta o reflexión cada día durante siete semanas. Ayer la pregunta era : "¿Qué es correcto y qué es incorrecto? Según el pensamiento Zhen eso es un poste para atar burros y la verdad es que estoy bastante de acuerdo. De hecho, cada vez estoy más convencida de que no hay verdades absolutas, todo o casi todo es relativo en esta vida, y al final, cada uno juzga desde su propia historia. Evidentemente hay unos básicos personales, sociales, familiares, profesionales...pero si no haces daño a nadie y no es ilegal, no hay una sola manera de hacer las cosas. Una manera correcta como tal. Creo que hay demasiadas creencias y normas rígidas que nos acaban haciendo perder nuestra esencia, que sin darnos cuenta las tomamos como inamovibles..."Si hago o  no hago esto van a pensar, van a decir...", "Es que siempre se ha hecho así...", "Sé discreto, no destaques...", "Tú, ver, oír y callar..." y taaaantas otras. Pues bien. He llegado a la conclusión de que mientras uno esté en paz y en coherencia consigo mismo, lo correcto o incorrecto es su elección exceptuando algunas situaciones inevitables. Particularmente cada vez juzgo menos y da bastante paz, la verdad.

Pero bueno. Lo que os quería contar es bastante más banal, aunque está relacionado con eso de las creencias que uno hereda o que se impone a sí mismo. En mi caso, una de estas creencias es que un libro, si lo empiezas, no puedes dejarlo a medias. Me he tragado cada tocho....porque no se puede abandonar. A lo largo de mi vida lectora que ya hace unos 40 años que dura, lo he hecho poquísimas veces y fue nada más empezar y a las 10 páginas ver que eso no iba conmigo. Pero cuando se trata de un libro con buena crítica, que además teóricamente es un buen libro, para mí, dejarlo es algo grave.
Pues bien. Ayer lo hice. Después de 300 páginas (303 para ser exactos), decidí que no iba a dedicar más tiempo a leer una historia que no me hacía disfrutar, no me enganchaba. Hace poco que estoy aprendiendo a dedicar mi tiempo y energía a las cosas y a las personas que realmente quiero y me aportan aprendizaje, bienestar, motivación....Menudo ejercicio de flexibilidad hice conmigo misma.

Lo intenté durante seis semanas. De hecho, aproximadamente en la página 236 parecía que la historia empezaba a ponerse interesante. Es como cuando estás rozando el clímax, sí, sí, sí....y al final...al final no. Nothing, res de res, niente. La cosa se desinfla y te quedas con la decepción. Casi lo conseguí. Pero no amig@s. Cuando no tengo ganas de que llegue mi ratito de lectura o no cojo un libro en tres días y no lo echo de menos, es que no vamos a ninguna parte. Así que ayer decidí ser "malota". Yo, la niña buena que casi siempre hizo y hace "lo correcto", ¡decidí hacer algo temerario! Abandoné la historia a la mitad. Así, como lo oís. Lo pensé y juro que me puse nerviosa al hacerlo. Pero lo hice. Lo decidí a media mañana porque ayer cambié una de mis rutinas por aquello de no hacer las cosas como siempre (cosas del catfulness…). Había pensado en ponerme a leer después de comer en la terraza en vez de ver la tele. Y así lo hice. Pero, ¡Atención, letras luminosas! Empecé otro libro. Sí...¿A que doy miedo? Decisiones inmorales que toma una. Viviendo en el límite del bien y el mal. No me reconozco muajajaja (risa diabólica). Tengo que decir que dejé el punto de libro por donde iba por si acaso no resisto y me echo atrás. Pero lo conseguiré. De hecho, hoy tengo ganas de retomar el libro nuevo. Buena señal. He tomado el "mal camino" y me ha gustado. No hay vuelta atrás.

Y con todo esto, he llegado a una conclusión. Quizás ese defecto que tengo de empezar cosas y no acabarlas, no es tal defecto sino que simplemente, no me llena y no me dedico a ello. Tampoco voy a seguir fustigándome por lo que no acabo. O le pongo remedio o lo dejo atrás. Lo de dejar de juzgar también me lo aplico. Porque si en algo somos especialistas los humanos es en machacarnos por lo que hacemos, por lo que no hacemos, por lo que sentimos y decimos o lo que no....Mirad, yo creo que esto tiene que ser mucho más sencillo. Así que yo he empezado por "abandonar" un libro a medias. A lo mejor he abierto la veda de un mundo lleno de "incorrecciones" por descubrir...¿Quién sabe? Un día, hace tiempo, mi hijo me dijo enfadado :"Es que no quiero vivir haciendo siempre lo correcto!" (escribí un post al respecto). Y ahora pienso que había mucha sabiduría en esas palabras. ¿Recordáis la pregunta del principio? ¿Qué es correcto y qué es incorrecto? Cada uno tiene su propia respuesta y ésta puede cambiar con el paso del tiempo...Se llama evolucionar.
No sé quién lo escribió pero este texto me encanta:



Así que, vamos a "desmadrarnos", hacernos más caso, seguir nuestra intuición y vivir haciendo que nuestro cerebro y nuestro corazón se despeinen un poco más.
Besos ruidosos y abrazos largos y apretados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario