jueves, 30 de enero de 2020

NI UN DÍA SIN ABRAZOS

¡Hola de nuevo!
Ayer un amigo de mi hijo me dio un abrazo espontáneo para agradecerme que le di una cosa que necesitaban hoy para el cole. Me pilló tan de sorpresa que lo apreté poco (así que ya sabes Daniel, cuando te pille te achucho bien).
Fue uno de esos momentos inesperados en que sales de la habitación con una sonrisa y que incluí en mis agradecimientos diarios. Sí, cada noche hago un repaso diario y busco (y siempre encuentro) momentos por los que me siento agradecida. Pero a lo que iba. Ese hecho me ha hecho pensar en lo importante que son para mí los abrazos. Me encanta abrazar y que me abracen , eso ya os lo he explicado alguna vez. Pero, ¿os habéis parado a pensar en lo que suponen los abrazos?

Entre otras cosas, reducen el estrés, la ansiedad y la tensión arterial gracias a la reducción del cortisol (hormona del estrés) y el aumento de serotonina, dopamina y oxitocina. Oxigena las células y relaja la musculatura y además mejora el sistema inmunitario. Por no hablar de lo que supone para el ánimo y el estado emocional. Dicen que tendríamos que dar/recibir un mínimo de 4 abrazos diarios de al menos 6 segundos de duración. Estoy convencida que la gran mayoría no cumplimos con la receta.

Hace un tiempo leí un artículo sobre "El abuelo UCI", un abuelito que en sus ratos libres iba a un hospital de Atlanta a abrazar bebés hospitalizados en la UCI cuando sus padres no podían estar. Llevaba doce años haciéndolo. ¡YO QUIERO!

No sé si habéis oído hablar del Ikigai. El Ikigai, según  los japoneses, es tu propósito de vida. Si queréis saber más sobre este concepto os recomiendo el libro de Francesc Miralles y Hector García.
Pues bien, aún no tengo muy claro mi  Ikigai, pero en mi lista de posibilidades está sin duda el de abrazar.
No os penséis que abrazo a cualquiera, para nada. Soy de risa, lágrima y pipí fáciles (eso creo que ya os lo dije una vez) y sí, también soy de abrazo fácil casi siempre pero hay veces que no me sale o que alguien me abraza y  me quedo como un palo de escoba porque está claro que no conectas con todo el mundo de tal manera que te apetezca acercarte tanto.
Abrazo menos de lo que me gustaría porque a veces tampoco sabes si tu "víctima abracil" encajará bien ese acto. Hay personas a las que les cuesta dar y recibir abrazos. Quizás por timidez, quizás porque no llevan bien el contacto físico o tal vez porque prefieren mantener sus emociones a ralla, les da vergüenza mostrarse (y lo entiendo!). Tengo una amiga que era así hasta hace poco y que justo ayer me dijo que me debía una abrazo y tengo otro amigo que en su momento me dijo que yo le había enseñado a abrazar. Es de las cosas más bonitas que me han dicho nunca. De hecho, este sábado nos vamos a ver después de muuuuuuucho tiempo y me muero de ganas de achucharlo fuerte.

Hay abrazos para todos los gustos. Los hay apretados, los hay "con brillo"(esa mano que se mueve arriba y abajo como si pasaras un décimo de la lotería a ver si te toca), los hay de consuelo, los hay que te reinician o te cambian el día; los hay que te tocan el alma, los hay que se mecen....los hay que acoges al otro o los que te acogen a tí. Hay abrazos refugio, hay abrazos de ánimo con golpecito en el hombro, algunos te acarician el pelo,  los hay con beso sonoro en la mejilla o con beso en los labios apretado o simplemente dulce. A veces cierras los ojos y a veces no. A veces son hablados y a veces en silencio. A veces echas los brazos al cuello o te los echan a tí, a veces a la cintura...me gustan TODOS. Es como los "outfits". Hay uno para cada ocasión y persona.
Y desde este momento me he propuesto no quedarme con las ganas de un abrazo. Inicio mi campaña "Ni un día sin abrazos". No os cortéis. Pedidlos o regaladlos cuando lo necesitéis, y si alguien no está preparado o no le gusta os lo dirá y si no, creedme, lo notaréis. Siempre hay que respetar a quien no lo lleva bien o no le apetece. Perdamos el pudor y la vergüenza de dar un buen abrazo. Estoy firmemente convencida de que el mundo sería más amable si nos mirásemos más a los ojos y nos abrazásemos más. ¡Uníos a mi campaña! NI UN DÍA SIN ABRAZOS.

Un abrazo largo y apretado con beso sonoro.


Calvin & Hobbes de Bill Watterson



No hay comentarios:

Publicar un comentario